CON EL FRANQUISMO

10.01.2014 18:45

En el franquismo se aprendió por parte de los vencedores de que los medios cumplían una función social de servicio público, desarrollándose la teoría de responsabilidad social de los medios. La expansión económica de esta época ayuda al desarrollo del sector informativo. Los Estados democráticos defiende la libertad de expresión a la vez que establecen una serie de normas de control de los medios. A la vez se convierten en los dueños de diarios, emisoras de radio y cadenas de televisión públicas.

Este negocio crece cada vez más y las empresas de información aumenta su poder. En España se mantenía la ley de prensa de 1938, siendo sus características más importantes la censura previa y las llamadas "consignias" a través de las cualesel ministerio de información y Turismo podía ordenar la inserción de artículos con una determinada tendencia o contenido.

En 1962 la situación de control por parte del ministerio de Información empezó a cambiar, sucedido el ministro de información Gabriel Arias-Salgado por Manuel Fraga Iribarne (siendo más liberal). Fraga impulsa una nueva ley de prensa, aprobada en 1966. Además, se reforzó el principio de la responsabilidad civil e incluso penal de los redactores que infringieran las disposiciones de la ley. En estos años numerosos periódicos trataron de explotar los límites de la nueva libertad de expresión, con textos provocadores y críticas más o menos encubiertas del régimen. Después del cese de Fraga se intensificó la censura en los periódicos. En los últimos años del régimen los periódicos más establecidos empezaron a criticar de manera moderada las políticas del régimen. De esta manera, al final del franquismo los periódicos llevaron a cabo los debates políticos más controvertidos e importantes de país, convirtiéndose la Prensa en el parlamento de papel.

 

Sara González Gil